Celebre el Mes de la Herencia Hispana con reflexiones de los miembros de nuestra comunidad.

Seguimos inspirándonos en líderes y miembros de la comunidad LGBT+ hispana y latina que enriquecen nuestra historia colectiva e impulsan nuestra labor. Estas son solo algunas de sus historias.


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a black and white photo of a marcher in the pride march holding a puerto rico flag

Jay Gonzalez

a masculine person with dark hair and light skin sitting on the subway wearing a black shirt. They are not smiling. THey have a small tattoo on their neck

Hola, muy buenos días. Mi nombre es Jay González, y vengo de un pedacito hermoso de República Dominicana llamado Santiago de los Caballeros, una ciudad limpia, alegre y llena de vida. Allí nací yo.

Mi infancia, sin embargo, no fue fácil. Fue una etapa marcada por el dolor, el miedo y el silencio. Desde muy joven, sufrí situaciones difíciles y traumáticas que una niña de 10 años no debería vivir jamás. Mientras veía cómo funcionaba la calle, el barrio y las realidades duras como las drogas, yo solo tenía una visión: salir adelante y ser diferente.

Con el tiempo, descubrí que sentía atracción por las chicas. Al expresarlo, comenzaron los juicios, el rechazo familiar y la soledad. Ser diferente me alejó de mi madre, de mi hogar, y me sumió en una profunda tristeza. Durante años viví con depresión, pensamientos oscuros y la sensación de no pertenecer a ningún lugar. Cambié mi forma de vestir, me mostré como realmente soy, y eso solo aumentó la discriminación.

Fue entonces cuando tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: venir a Estados Unidos para ser libre. Quería vivir sin miedo, amar sin ser juzgado, y ser respetado como persona trans y queer. Los inicios aquí no fueron fáciles: no conocía a nadie, no sabía cómo moverme… hasta que escuché sobre The Center y América Diversa. Fue un antes y un después.

En estos lugares encontré comunidad, amistad, amor y aceptación. Personas con historias como la mía me abrieron los brazos y el corazón. Me sentí, por primera vez, verdaderamente en casa.

Hoy mi vida ha cambiado. Me reconozco, me amo, y camino con orgullo. Ser hispano y queer es mi bandera. Llevo conmigo mis raíces, mi cultura, y el calor de mi gente, pero desde una versión libre y diversa de mí mismo.

A mi niña interior, Yanibel, le digo: Gracias por ser fuerte. Estoy orgulloso de ti.
Y a mi futuro: deseo un mundo donde ser LGBTQIA+ sea sinónimo de libertad, amor y respeto.

Gracias por leerme.
Con cariño,
Jay González

Liebana Duran

a person with a bald head wearing glamorous make up. They have a white shirt on.

Soy Liebana, venezolana de nacimiento, pero neoyorquina de corazón. Mi vida cambió radicalmente al llegar a esta ciudad, donde definitivamente encuentras, sientes y percibes la libertad de ser tú mism@. 

Como mujer trans, siempre estoy en alerta, ya que ser diferente es un peligro en sí mismo. Pero conocí a América Diversa y mi perspectiva cambió. 

Luego encontré un santuario: un centro comunitario LGBTQIA+ (The Center), recomendado por América Diversa. Fue como un suspiro de alivio, un lugar donde podía ser yo sin temor a la vergüenza o la muerte, donde encontré mi comunidad que no solo era LGBTQIA+, sino que hablaba mi idioma y entendía mi cultura.

Aunque hemos avanzado, la lucha por la libertad sigue. Es como escalar una montaña: duele el camino, pero vale la pena para cantar “¡Estoy en la cumbre! ¡Tengo derecho a existir!”. 

En el mes de la hispanidad, quiero contribuir con mi ejemplo: no tener miedo de ser latina y trans. Nuestra cultura es compleja, pero también nos enseña a ser cálidos, solidarios y a aportar positivamente. 

Mi historia es un reflejo de eso. Soy orgullosamente hispana, trans y libre. Expreso mi verdad sin miedo, porque en NY encontré mi voz.

La comunidad hispana prospera en The Center.

El Centro se compromete a celebrar la diversidad de la comunidad LGBTQ+. En 2024, el 47 % del personal y los clientes del Centro se identificaron como hispanos.

Wen Oviedo

a masc presenting person with curly hair holds up bass drum sticks. He's weark sunglasses and the top of the bass drum is visible. He's outside in NYC.

Hola, soy Wen, de Venezuela. Crecí en un lugar hermoso llamado Boconó, rodeado de montañas y paisajes que aún llevo en el corazón. Sin embargo, también crecí en un entorno marcado por tradiciones muy rígidas, donde ser diferente podía costarte la tranquilidad, e incluso la seguridad.

Al mudarme a la capital para estudiar, encontré el valor para alzar mi voz contra la violencia y discriminación que viví por ser parte de la comunidad LGBTQIA+. Esa lucha me llevó a comprometerme con los derechos humanos, pero también a enfrentar persecución. Finalmente, tuve que tomar la difícil decisión de dejar mi país y comenzar de cero.

Los primeros tiempos fueron duros: miedo, incertidumbre, y la barrera del idioma hicieron de mi llegada a EE.UU. un gran desafío. Pero entonces conocí The Center, y aunque solo una persona hablaba español, esa primera orientación fue clave. A partir de allí, empecé a reconstruir mi vida paso a paso, con apoyo y dignidad.

Llevo casi 10 años formando parte de la comunidad neoyorquina. Ser hispano es una de mis mayores banderas, y me llena de orgullo compartir raíces con tantas culturas que hacen única esta ciudad. Hoy vivo con libertad, siendo una persona LGBTQIA+ hispana, plena, tranquila y motivada a ayudar a otros.

Facilito tres grupos de apoyo en The Center y participo en otros espacios donde acogemos a quienes llegan buscando comunidad, como lo es America Diversa. Cada historia me recuerda lo poderoso que es sentirse acompañado.

A mi yo más joven le diría: “Vuelve al centro. Hoy hay más personas que hablan tu idioma y están listas para ayudarte a comenzar o mejorar tu vida aquí.”

En esta gran ciudad, he encontrado lugares donde personas como yo son bienvenidas, valoradas y celebradas.
Amo profundamente ser una persona LGBTQIA+ hispana, y me honra poder acompañar a otros en su camino.

Argelia Gil, Romna Medina

a femme couple wearing matching football jerseys hugs

Somos Argelia y Romna. Somos de Venezuela, un país al que amamos, por su belleza amabilidad y alegria, pero del que tuvimos que salir debido a la discriminación y la persecución que vivimos por nuestra orientación sexual. 

Crecimos rodeadas de hermosas tradiciones y cultura, y aunque dejarlo atrás fue doloroso, decidimos venir a Nueva York buscando seguridad, libertad y la posibilidad de vivir abiertamente como somos. Al principio no fue fácil, nos encontramos con muchos retos como el clima y el idioma, pero con el tiempo encontramos un lugar donde podemos celebrar tanto nuestra identidad queer como nuestras raíces hispanas, donde podemos ser nosotras mismas de manera libre. Ser hispana y queer en Nueva York significa orgullo, resistencia y esperanza. 

America Diversa y el Center nos han ofrecido apoyo y comunidad, y eso ha marcado una gran diferencia en nuestro camino, saber que contamos con espacios nuestros. Si pudiéramos hablar con nuestro yo más joven, le diríamos que no tenga miedo: aunque el camino sea duro, habrá un futuro con libertad y amor. Hoy nuestro deseo es seguir construyendo un futuro visible, fuerte y lleno de amor como pareja LGBTQIA+ hispana en Nueva York.

Walter Steven

a close up of a person with medium length dark hair wearing a backwards snapback hat and a red shirt

La diversidad hispana y latina en Nueva York es un hermoso tapiz lleno de colores, historias y sueños. Dentro de él, la comunidad LGBTQIA+ juega un papel esencial. Desde figuras como Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, pioneras en la lucha por nuestros derechos, hasta quienes seguimos construyendo espacios de libertad hoy, cada paso ha sido una muestra de resistencia, orgullo y amor.

Mi país, Guatemala, la tierra de la eterna primavera y cuna de culturas ancestrales, también forma parte de esa riqueza. Allí viví una infancia llena de paisajes hermosos, pero también marcada por el deceso de mi padre, una herida que me acompañó en silencio. Con el tiempo, la inseguridad, la violencia y la discriminación homofóbica me empujaron a tomar una decisión difícil: emigrar en busca de una vida digna y libre.

Llegar a Estados Unidos no fue sencillo. La bienvenida fue fría, y muchas veces sentí que no había lugar para mí. Pero esas experiencias me enseñaron de qué estoy hecho como hispano, como guatemalteco. Descubrí mi fuerza, mi carácter, y una disciplina que, junto a la perseverancia, me han traído hasta aquí.

Una de las experiencias más valiosas que he vivido ha sido formar parte del LGBTQIA+ Center de Nueva York, al que llegué gracias a América Diversa. Encontré comunidad, oportunidades, información, y sobre todo, la posibilidad de ayudar a otros que, como yo, llegan con sueños en la maleta y esperanza en el corazón.

Si pudiera hablarle al Walter de hace tres años, le diría dos palabras: “Lucha” y “Nunca digas no”. Porque sí, los sueños de niño se pueden lograr. Yo los estoy cumpliendo… y seguiré haciéndolo.

Hoy celebro con orgullo la diversidad cultural que corre por nuestras venas, esa sangre latina fuerte, trabajadora y valiente. Y celebro a mi comunidad LGBTQIA+, que también es parte esencial de esta gran nación de oportunidades. Gracias.